Música, Aprendizaje y Desarrollo

 
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Importancia de la Música como Capacidad Humana a Desarrollar

La música es una capacidad humana, por lo que no constituye una excepción en el desarrollo.

En el aprendizaje y desarrollo desde el nacimiento los recién nacidos absorben mediante los sentidos los estímulos del entorno, lo que les influye de forma integral. Con respecto a la música, las experiencias absorbidas dejarán huella indeleble en forma de estructuras o esquemas mentales, lo que contribuirá a la comprensión intuitiva de la música originando la musicalidad.

Música y Lenguaje

Tal como afirma la pedagoga Violeta Hemsy, se puede comparar el desarrollo de la capacidad musical con el de la capacidad lingüística.

Si reflexionamos sobre el aprendizaje del habla en los niños, tendremos una idea clara sobre el aprendizaje de la música. La música no es una capacidad artística destinada a unos pocos elegidos y señalados con “el talento musical”, sino una capacidad susceptible de desarrollo en la constitución de nuestra inteligencia integral.

Todas las capacidades necesitan la estimulación y la práctica para que,  acaso en un futuro, llegasen a ser artísticas. Si se prescinde de los estímulos adecuados desde la infancia, si, en el caso de la música,  no se desarrolla la musicalidad,  es imposible alcanzar “el don” que requiere este arte. De la misma manera, el que no aprendiera a leer y a escribir, es difícil que pudiese llegar a ser escritor.

Otra idea a desterrar la constituye el hecho de que el estímulo musical ofrecido a los infantes debe ir encaminado a que cada niño se convierta en un prodigio del piano o de cualquier otro instrumento musical.

La educación musical, no pretende formar profesionales, como tampoco la enseñanza de la lectura y la escritura lo pretende. La profesión se adquirirá, si es que procede, en el momento adecuado. Por tanto, el objetivo de la educación es el desarrollo equilibrado de las capacidades y el despertar de  intereses y cualidades en los niños, lo que permitirá opciones profesionales en el futuro.

Afirma el pedagogo musical Edgar Willems que la educación musical no trata de formar a los posibles músicos, sino  a todas las personas. La educación musical debe estar encaminada al desarrollo y no tener como único objetivo la interpretación instrumental.

El verdadero fin de la educación musical debe ser el desarrollo de la inteligencia musical, favoreciendo la musicalidad y la creación del pensamiento musical, además de originar criterios sobre la música. De la misma forma,  el habla permite pensar, elaborar y expresar ideas, a partir de las que se obtienen criterios sobre la vida en general con el desarrollo de la inteligencia.

Actividad: Canto y Movimiento: Psicomotricidad

Tal como ocurre en el aprendizaje de las materias escolares, en la educación musical es imprescindible la actividad. Así son actividades clave en el desarrollo de las capacidades musicales el canto y el movimiento. El canto es el habla de la música, una capacidad que todos tenemos. Así como el bebé intenta hablar, también hace amagos de canto que suele acompañar con movimientos acompasados. Es algo natural “cantar y bailar”, dos palabras-acciones que suelen ir juntas.

El canto es una facultad humana que, al igual que el lenguaje, resulta de la capacidad de nuestros órganos de  fonación. El canto es el primer instrumento musical a cuya semejanza se idearon los demás instrumentos musicales. Tales instrumentos se llaman así por ser precisamente eso, instrumentos que prolongan la capacidad humana de cantar.

Precisamente por ser los instrumentos musicales los que van más allá de las posibilidades humanas, no debemos olvidar que el canto es el origen de su aparición. El canto es fundamental en el desarrollo musical infantil y también en las sucesivas etapas de la vida.

Cantamos mediante nuestro propio instrumento, el que llevamos en nuestro interior. La voz y el canto hacen posible  interiorizar la música y oírla en nuestro interior- la audición interior es pensar música, la que forma parte de nosotros mismos. Con la interiorización de la música adquirimos la musicalidad, somos musicales.

El movimiento es una actividad fundamental en el desarrollo- también en el desarrollo musical. Recordemos que las estructuras básicas de nuestra inteligencia proceden de la acción. Aprendemos con el movimiento y nos desarrollamos con el movimiento, nuestros músculos se configuran mediante la práctica y nuestro cuerpo y mente se adaptan o conforman según el ejercicio concreto realizado.

El psiquismo requiere actividad y movimiento para su desarrollo, esto es, la psicomotricidad ; se aprende con el cuerpo, con la tensión y relajación de los músculos y con la utilización de manos y  dedos (psicomotricidad fina).

De la misma manera, la interiorización de la música mediante la audición y el canto es reforzada con el movimiento. El pedagogo musical Dalcroze, observando las deficiencias rítmicas en sus alumnos, llegó a la conclusión de que el movimiento asociado a la música implica a nuestro cuerpo y  hace que los músculos “interioricen” tensiones y relajaciones respondiendo a los diferentes elementos musicales. Todo ello favorece la psicomotricidad, el desarrollo rítmico, melódico y armónico, es decir, el desarrollo musical en general. A partir de la idea de Euritmia creó su Método Dalcroze de Pedagogía Musical.

Intuición, Musicalidad e Improvisación

Violeta Hemsy  llama mundo sonoro interno al conjunto de experiencias musicales que se han interiorizado mediante la audición y el canto o, lo que es lo mismo, la musicalidad. El mundo sonoro interno constituye el bagaje que permite la musicalidad, la comprensión musical, la audición interior y el pensamiento musical. Así se desarrollará paulatinamente la inteligencia musical.

En el momento preciso, del mismo modo que nuestras ideas pueden exteriorizarse mediante palabras y frases, las ideas musicales podrán exteriorizarse con frases musicales mediante el canto. Pero ser musicales no consiste únicamente en repetir canciones aprendidas de memoria, como tampoco repetimos las frases memorizadas del lenguaje hablado. El desarrollo musical, la musicalidad, implica la creación improvisada de melodías recurriendo a nuestro bagaje musical, a nuestro mundo sonoro interno, de la misma forma que hablamos recurriendo a nuestro bagaje lingüístico.

Las estructuras mentales, originadas por nuestras experiencias, enriquecen nuestra musicalidad y, por tanto, nuestra imaginación permitiéndonos combinar lo interiorizado. Así, la improvisación en el lenguaje y en el canto se corresponden con la creatividad, capacidad humana que se desarrolla haciendo uso libre de los contenidos aprehendidos mediante experiencias.

Todas las experiencias vividas prácticamente, tanto musicales como de otra índole, podemos denominarlas con la palabra intuición , es decir, el verdadero saber y ser derivado del desarrollo obtenido. Así, el bagaje acumulado y las estructuras mentales creadas, permiten la imaginación y la creación de cualquier acto o expresión propia.

Al ser conscientes de todo lo anterior, llegamos a la conclusión de que es necesaria la educación musical para todos los niños y también la continuación en el tiempo de dicha educación. Deben sucederse las etapas sin que las ideas erróneas sobre el talento y la interpretación instrumental prodigiosa hagan anteponer actividades no adecuadas.

Las premisas fundamentales obedecerán a la necesidad de interiorización musical para enriquecer el mundo sonoro interno. Los medios serán la audición, el canto, el movimiento y la activación de la imaginación mediante el recuerdo de lo interiorizado. Al mismo tiempo, la creatividad debe estimularse desde el momento más temprano favoreciendo la expresión musical intuitiva de los niños.

Así dice Delalande : La música es un juego de niños.

Todas las actividades infantiles semejan ser un juego pero no lo son, los niños investigan y exploran el mundo a la vez que se desarrollan adaptándose al entorno. Lo cierto es que los niños se divierten aprendiendo porque han nacido para aprender y su forma natural/ funcional de aprender está programada para "saber y ser”

Publicado el 12.1.18 por Josefina Alborés Núñez

Bibliografía/Webgrafía

Para profundizar en este tema se recomiendan las lecturas siguientes:

Hemsy, Violeta: Fundamentos, materiales y técnicas de la educación musical. Ricordi. Enseñanza de la música y el canto como lenguaje. Páginas 3-5. Relación del músico con la música. Páginas 7-13.

Hemsy, Violeta: Música, amor y conflicto. Diez estudios de Psicopedagogía musical. Mundo sonoro interno. Páginas 111-129

Willems, Edgar: La preparación musical de los más pequeños. Eudeba.  Páginas 9-24.

Vigotsky, L.S.: La imaginación y el arte en la infancia. Akal. Arte e imaginación. Páginas 31-38

Piaget, Jean: Seis estudios de psicología. Labor. El recién nacido y el lactante. Páginas 17-28.

Bachman, Marie-Laure: La rítmica Jaques-Dalcroze. Pirámide. Páginas 17-33

Piaget, Jean: Seis estudios de psicología. Lábor. Intuición. Páginas 43-48

Delalande, François: La música es un juego de niños. Ricordi

Alborés, J. Aprendizaje y Desarrollo. http://pedagogiamusicaeducacion.com/aprendizaje-y-desarrollo

Alborés, J. : Aprender, saber y ser. http://pedagogiamusicaeducacion.com/aprender-saber-y-ser

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