Encarnación López de Arenosa 1935-2021

9 ene.

El 25 de Noviembre de 2021 ha fallecido Encarna, su fallecimiento supone una gran pérdida para la cultura musical y la enseñanza de la música en España. Me causa un gran dolor al haber sido su alumna y, más tarde, compañera de profesión durante muchos años.

Encarna fue catedrática de Didáctica del lenguaje musical -antes Solfeo- en el Real conservatorio superior de música de Madrid durante los años 1971 a 2005 y directora del mismo centro en los años 1985 a 1987.

Era una persona cercana y natural, de mente abierta, curiosa, creativa y renovadora, cuya cultura enriquecía continuamente, tanto en el campo de la música y la educación como en diferentes ámbitos sociológicos.

Fue la gran renovadora de la enseñanza musical al hacer efectiva la diferencia entre la materia “Solfeo” y la nueva denominación de dicha materia como “Lenguaje Musical” en los años noventa. Aplicó las teorías pedagógicas más avanzadas del siglo XX, desconocidas, o conocidas, pero poco o nada utilizadas en los conservatorios españoles.

Su conocimiento pedagógico, adquirido de forma autodidacta, le permitió basar su enseñanza en una síntesis de los métodos pedagógico-musicales como los de Willems, Kodaly, Orff o Dalcroze, entre otros, y en sus conocimientos psicológicos, especialmente de la psicología constructivista que sucedió cronológicamente al conductismo.

Con Encarna el “Solfeo” pasó de ser un recitado monótono, sin música, sin educación auditiva y acompañado de teoría, al verdadero conocimiento auditivo y reflexivo del “Lenguaje musical”.

Su metodología consistía en una práctica musical global a partir de la musicalización y la intuición. En ella destacaban el movimiento, el canto de canciones, la audición y diferenciación auditiva de las características rítmicas, melódicas, armónicas y formales, junto con la práctica de la improvisación guiada.

La música interiorizada a partir de la audición, el canto, la improvisación y la reflexión, dejaba a un lado la memorización de la “teoría de la música”, totalmente inerte para la musicalidad.

Aplicaba su gran conocimiento de la composición a melodías y armonías en las que se incluían los elementos musicales, partiendo de los más elementales, en una progresión y enriquecimiento melódico-armónico adaptado a los diferentes niveles.

Además era una profesora que disfrutaba impartiendo unas clases que hacía amenas, musicales, sin pizca de monotonía, utilizando el movimiento adaptado al ritmo y la comprensión auditiva.

Publicó numerosos libros y métodos para la enseñanza de la música, los primeros de verdadera calidad pedagógica publicados en España, e impartió numerosos cursos de docencia para el profesorado.

Con Encarna aprendimos a enseñar. Tuve la suerte de conocerla la primera vez que visitó Vigo en los años ochenta, en cuyo curso, impartido en el conservatorio, quedé impresionada por la exposición de sus ideas, las cuales provocaron en mi un gran interés y apertura.

Desde ese momento decidí estudiar pedagogía en el conservatorio superior de Madrid, por lo que me enorgullezco de haber sido su alumna y, posteriormente, compañera de profesión.

Nunca le agradeceré bastante la gran influencia que tuvo en mi labor profesional y en mi interés continuo por aprender y mejorar la enseñanza de la música.